Inma Femenía: Aquello casi imperceptible pero que, sin embargo, sucede

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Salimos de la Ronda Nord y nos dejamos llevar por una carretera estrecha y sinuosa. Aún se siente la humedad de la mañana en los campos, las hojas acumulan rocío y los plásticos harapientos del los invernaderos se mecen con el viento.

Inma Femenía llega con Quima, la caniche de color canela hija de Joaquim, y nos abre las puertas de su estudio. Una gran nave diáfana y blanca casi nos ciega, parece que toda la luz de Valencia se irradie desde aquí. Hay prismas, gomas de caucho, planchas de aluminio, pedazos de PVC impreso con infinidad de matices, libretas, notas… Rodeadas del germen de tantas ideas y pensamientos empezamos esta conversación sobre Infralleu, la exposición que ha llenado de colores las salas de Bombas Gens durante los últimos meses.

PAULA: ¿Cómo es trabajar en plena huerta?

INMA: Para mí, una de las cosas principales es lo abierto del espacio: percibes siempre esta horizontalidad y proximidad del mar. El silencio y que la luz en la nave sea cenital también son muy importantes para mí y cambia totalmente mi día a día: salgo de mi piso en la ciudad y vengo aquí y es todo luz. 

PAULA: Es un espacio muy amable.

INMA: Depende de cada artista, pero en mi caso necesito un espacio bastante diáfano para, en cada proyecto, empezar desde un espacio neutro y desde cero.

PAULA: La luz es la protagonista absoluta de tu trabajo: por ejemplo la impresión de luz ultravioleta sobre distintos materiales. La luz es algo que nos fascina desde el origen de la Humanidad y muchos artistas han trabajado y reflexionado sobre ella, tenemos muy reciente a Sorolla. ¿Por qué crees que la luz es tan magnética para el ser humano?

INMA: La luz es fundamental porque gracias a ella tenemos percepción: vemos nuestro entorno y todo lo que lo conforma, percibimos el ciclo día y noche, etc. Sin embargo, hemos creado otro tipo de luces, que provienen de pantallas digitales, y que son la base principal de mi trabajo.

PAULA: Conviertes la luz de las pantallas, y su reflexión en los objetos, en algo tangible y tridimensional, creando nuevos modos de percepción y haciendo partícipe al espectador. ¿Cómo fue el proceso de creación de Infralleu? 

INMA: Para montar Infralleu primero pensé en las obras que ya tenía la fundación, que se remontaban 10 años atrás en mi trabajo. A partir de ahí fui haciendo una reflexión del diálogo entre estas obras y el espacio a intervenir. La exposición está muy pensada para Bombas Gens, toda la obra está hecha ex profeso. La base principal de mi proyecto es resaltar esas cosas leves de la vida cotidiana que pasan desapercibidas, en especial cómo interactúan esos fenómenos lumínicos con nuestra fisicidad y cómo los fenómenos lumínicos del ámbito digital se relacionan con nuestro entorno. Por eso decidimos titular la exposición Infraleve, un término acuñado por Marcel Duchamp, en el que habla de cómo las cosas más leves de la vida son la esencia del arte, como puede ser el vaho en un espejo, el calor que se queda en un asiento cuando nos levantamos… En esos detalles apenas perceptibles puede encontrarse la verdadera esencia del arte y por ello esta selección. Cada uno de los proyectos resalta cosas muy leves y muy desapercibidas como los reflejos lumínicos sobre superficies o cómo todo nuestro entorno está hibridado con el ámbto digital.

PAULA: Leyendo el catálogo de la exposición me gustaba la idea de que coges todos esos pequeños eventos, reflejos, casualidades y los amplías para que los percibamos de una manera distinta.

INMA: Eso es. Inconscientemente el trabajo va tomando esa línea y cuando pasa el tiempo te das cuenta de que esa es la esencia de lo que estás haciendo, lo más puro y simple. Me di cuenta de que al final, aunque cada proyecto parte de diferentes conceptos y momentos, siempre coinciden en resaltar eso mínimo y mostarlo en la instalación de una manera mucho más amplia y esencial. Al tener unas salas de exposición tan neutras, lo que se consigue es resaltar mucho más lo que nosotros queremos.

PAULA: Y además de todo, tu obra es armónica y bella. ¿Qué sensaciones y reflexiones tratas de despertar en tus espectadores?

INMA: Pensando en cómo se va a percibir, la obra se está adecuando cada vez más al espacio. Al tratarse de una obra tan perceptiva quiero que la experiencia sea libre. Aunque la base y los conceptos me lleven a materializar la obra de una manera u otra, es muy importante para mí y mi línea de investigación que el espectador simplemente perciba la exposición, no que esté pensando constantemente en el transfondo del trabajo. Sí que puede, por supuesto, ahondar más en el trabajo si de verdad les interesa, con todos los textos que hay escritos, las referencias de las hojas de sala, etc. Me interesa mucho que sea una experiencia sensorial y libre. 

PAULA: Nos interesa mucho que crees las piezas in situ y que reflexiones sobre el espacio y el espectador. La creación de ambientes, la producción de maquetas, parece algo más propio del diseño o la arquitectura. ¿Te nutres de otras disciplinas? ¿Dónde encuentras tu inspiración?

INMA: Sí, cada vez veo más relacionado mi trabajo con otras disciplinas como la arquitectura o la ciencia. Al ir haciéndose más grande mi trabajo hace que tenga que relacionarme con esos nuevos perfiles. En mi estudio cuento con mi compañera Beatriz Martín que es quien me ayuda con todos los planos y a estudiar bien el espacio. También por las cualidades de cada instalación, tenemos que hacer cálculos de pesos que son puramente arquitectónicos. Y en proyectos futuros que tengo a largo plazo estoy trabajando con ingenieros.

PAULA: ¿Creas pequeños equipos para cada obra?

INMA: Sí, creo pequeños equipos para cada proyecto. Parto desde cero y, tras un estudio de metodología, analizo qué ayudas específicas voy a necesitar. 

PAULA: ¿Hay también algo sobre computación cuántica o algoritmos en tu trabajo?

INMA: No, no hay nada de todo eso. Es todo mucho más intuitivo. Mi investigación se centra en ensayos y textos filosóficos sobre cómo nuestro entorno se está viendo condicionado. No estudio el lenguaje matemático de la informática, sino que hago una búsqueda mucho más visual. Lo que estoy mostrando es una selección de archivos mucho más conceptuales y cómo el lenguaje digital está evolucionando de una manera visual. 

PAULA: ¿Cómo entra lo orgánico o lo corpóreo en tu trabajo?

INMA: Una parte importante en el estudio, que parte del ordenador, pasa luego a ser algo físico y es donde entra en juego el cuerpo y la materia. Para hacer esa hibridación siempre busco materiales mucho más orgánicos y materiales industriales. Por ejemplo, en la serie In Tension, hay una relación muy evidente entre el caucho orgánico, y el aluminio, totalmente industrial. La fusión de estas dos cosas hace que el diálogo se haga más evidente: la hibridación y fusión de ambos entornos. Con el PVC también, al estar impreso y de la manera en que lo muestro, a pesar de ser algo industrial es percibido como algo orgánico. 

(...) el calor de un asiento que acaba de dejarse, el sonido del roce de los pantalones al caminar, las puertas del metro cuando alguien pasa en el último momento, las caricias, el aliento vital sobre los espejos.

Lo posible es un infraleve
— MARCEL DUCHAMP

PAULA: ¿Cómo afectan las pantallas y las luces de colores a nuestra conducta? ¿Qué has experimentado con Mehr Licht!?

INMA: Las pantallas son algo ya de nuestro día a día. En Black Mirror evidencio cómo nuestras pantallas tienen ese acabado pulido, brillante y negro que no deja de ser un espejo de nuestra realidad física. Siempre estamos viendo esa pantalla cuando está encendida y nos muestra otra realidad. Esta obra se muestra confrontada a Mehr Licht!, que es un fragmento de una pantalla de publicidad de Times Square. La muestro descontextualizada de donde suele estar, el centro de cualquier ciudad, donde la publicidad inconscientemente modifica nuestra conducta y nuestra forma de relacionarnos con la ciudad. Al mostrarla en la sala contra la pared, eliminamos toda la información para que lo importante, la luz rebotada en la nave, sea lo que realmente destaque.

PAULA: El arte de cada época se ha hecho eco y nos invita a reflexionar sobre su contemporaneidad. Es evidente que lo digital ya ha traspasado todas las fronteras que conocíamos y ha cambiado nuestra forma de percibir el mundo, creo que esto se traduce en la tridimensionalidad y lo interactivo de tus obras. ¿Crees que estamos además, en un cambio de paradigma, que lo digital va a traernos cambios sociales o estamos ya experimentándolos y no somos conscientes todavía?

INMA: Lo digital ha traído muchos cambios sociales y yo creo que sí que somos consicentes de ello pero no podemos evitarlo, aunque queramos. No podemos ir contra lo que nos está trayendo la globalización y el poder del arte es ese: hacernos reflexionar y sacarnos momentáneamente de nuestro entorno y hacernos reflexionar sobre el significado de la vida y cómo la estamos viviendo.  

PAULA: ¿Cómo ha sido trabajar con Fundació Per Amor a l’Art y Bombas Gens? 

INMA: Me siento muy afortunada por empezar a tener obra y formar parte de la colección Per Amor a l’Art. Están haciendo una labor de mecenazgo muy importante y, en mi caso, me han apoyado mucho. Mi obra puede verse de una forma mucho más madura en Infralleu. Para los artistas es muy importante formar parte de colecciones como esta. 

PAULA: Para nosotras, Bombas Gens ha sido un soplo de aire fresco en la vida cultural de la ciudad y valoramos mucho que haya iniciativas privadas como esta. ¿Cómo crees que el arte y la cultura pueden mejorar nuestro día a día? 

INMA: Creo que es muy importante que los agentes culturales creen una red de apoyo: museos, fundaciones privadas, galerías… El apoyo entre todos hace que consolidemos los proyectos individuales. En Valencia está habiendo muchos apoyos y poco a poco se está viendo un gran horizonte en 2022 que nos da muchas esperanzas: la Fundació de Caixa Forum, La Fundación Hortensia Herrero, la Capital Mundial del Diseño… Cuantos más colectivos haya trabajando y más en conjunto, más fuertes vamos a ser más todos y más vamos a poner en valor el talento que tenemos en Valencia. No son proyectos que vayan a empezar en 2022, somos mucha gente y llevamos muchos años trabajando para esto. 

No pasa muchas veces que el propio artista te enseñe y explique su obra. Nos volvemos a reencontrar con Inma Femenía en Bombas Gens y rápidamente estamos de nuevo flotando entre los paneles de Transversal. Ella nos guía por las salas, nos da las claves para entender su trabajo. Juntas hacemos balance de estos meses desde que se inauguró Infralleu e iniciamos la cuenta atrás para su despedida. 

SALA 1


PAULA: Es difícil describir la sensación que produce entrar en esta primera sala, tan llena de luz y colores.

INMA: En Transversal lo fundamental es que el espectador esté inmerso, que sienta que está entrando a otro lugar. Los paneles hacen que el espacio cambie completamente. 

PAULA: ¿Qué feedback has recibido de los espectadores?

INMA: La obra no termina en el estudio ni en el momento en que la expones, sino que está activa en el visitante. Durante los meses que ha durado Infralleu he tenido la oportunidad de venir muchas veces y he visto a los espectadores interactuar con la instalación, como la ven y la perciben. Es algo que en el estudio no se puede prever.   

PAULA: También la escala juega un papel importante en esta sensación de inmersión, ¿no?

INMA: La escala es fundamental. Al haber creado esta exposición ex profeso para Bombas Gens, he tenido muy en cuenta la escala entra la obra y el espectador. Es fundamental visitarla y experimentarla porque es cuando te das cuenta de las proporciones del cuerpo en la obra. Por ejemplo esta, Transversal, con más de 5 metros de altura, es más del doble de alta que nosotras. En Liminal, por ejemplo, la obra empieza a la altura de los ojos del espectador. 

PAULA: ¿Cómo pensaste los recorridos por las distintas salas?

INMA: En la primera nave el espectador tiene que recorrer la obra, rodearla. Sin embargo, en la segunda sala, donde lo importante es la luz proyectada de Mehr Licht! es lo contrario: el espectador es el protagonista, se coloca en el centro de la nave y se ve reflejado en Black Mirror. Cada una de las salas está mostrando distintos proyectos, todos resultado de la misma línea de investigación, pero totalmente distintos. En Transversal se percibe una levedad del material y el aire que se genera al transitar entre los paneles, y los mueve, forma parte también de la exposición. En ln Tension, el espectador apenas se mueve para no hacer ningún movimiento agresivo porque la pieza está manteniéndose en un equilibrio y una tensión que en cualquier momento se puede desbordar.

PAULA: Con la perspectiva de todos estos meses, ¿qué es lo que más te sigue sorprendiendo de Infralleu? ¿Con qué te quedas? 

INMA: Me ha sorprendido muchísimo cómo interactúa la gente con Black Mirror, se sienten todos tan dentro de la obra que, según quien sea, se dejan llevar y se sienten totalmente libres. Los bailarines bailan, los niños juegan…

PAULA: Como la gente que bailaba o rezaba bajo el sol de Olafur Eliasson, ¿no?

INMA: ¡Exacto! Y te maravilla cómo actúan tan libremente… La obra no te está diciendo cómo tienes que actuar o que aprietes tal o cual botón para que pase algo: la obra es puramente visual. Yo nunca me hubiera imaginado que la gente fuese a sentir de esa manera un espejo que refleja toda la nave: ha habido días en que había grupos enteros de gente interactuando con la obra. Al final es lo mismo que sucede en la calle, muchas veces precisamente junto a los museos, donde se reúnen skaters o bailarines para practicar. 

PAULA: ¿Será porque tu obra es tan urbana que la sentimos como natural, como una extensión de lo que percibimos en nuestro día a día?

Inma: No lo sé. Lo cierto es que los espectadores se sienten cómodos y eso facilita que hagan la obra suya. Eso es lo que más me ha gustado. Cada obra, según desde dónde la veas y el punto de vista, se percibe de una manera totalmente distinta. Es una experiencia muy individual, que varía también en función de cuantas personas haya en la sala. Cada visita del espectador a la exposición puede ser muy distinta. 

Todo es una reflexión, el espectador está dentro de la obra
— INMA FEMENÍA

SALA 2

INMA: Pasando a la segunda instalación, Liminal, vemos que estoy tratando otro material, el aluminio, totalmente opuesto al plástico. Los pvcs, el poliuretano, etc. son materiales muy livianos que empecé a trabajar hace más de 10 años. Introduje el aluminio en el estudio hace unos 6 años para explorar esos efectos lumínicos, tanto los propios del material (el aluminio refleja todas las luces de nuestro entorno) como los que están impresos sobre él. El tratamiento sobre el aluminio es totalmente distinto porque es un material mucho más fuerte. Para controlarlo, yo quería hacerlo de una manera en que la fuerza y los dobleces del propio material estuviesen contorlados por otro material opuesto y orgánico, como es el caucho natural. Esta goma está actuando como tal, tensando la obra. Inicialmente la obra estaba cogida a la pared, pero poco a poco fue convirtiéndose en algo espacial para que el espectador la pueda rodear y se perciban mucho mejor las tensiones y equilibrios. 

PAULA: Liminal se percibe mucho más agresiva que Transversal.    

INMA: Sí. Volvemos a la contraposición entre Transversal y Liminal. Aquí el espectador se siente pequeñito y que no puede rozar la obra por si se cae. También es importante la altura, pues en una parte percibimos la obra cercana pero también mucho más elevada. Al tener juntas In Tension de la Colección Per Amor a l’Art y Liminal, también vemos esta evolución muy evidente entre ambas piezas, que es una constante en mi trabajo: la investigación y el trabajo en el taller hace que la obra vaya evolucionando naturalmente. Lo que tienen en común las dos instalaciones, aunque ésta sea más agresiva, es que la materia está hibridada con unos colores digitales que nos son muy comunes. 

PAULA: ¿Y cómo llegan estas imágenes a ser materia?

Inma: Son tintas UVI que se fijan en el propio material por calor. Siempre trabajo con impresión porque las imágenes provienen de archivos y cámaras de videovigilancia. Trabajo con imágenes que provienen de la realidad, que son descriptivas y reconocibles, pero que al imprimirlas en tamaños tan grandes se convierten en pura abstracción. Otra línea de investigación con la que llevo muchos años es la mímesis entre el espectro cromático natural y el digital que trabajan todos los softwares: cómo intentamos siempre que nuestra fisicidad se traslade literalmente al entorno digital para que cada vez esté todo más unido. El objetivo de esta exposición es mostrar al espectador que hay una línea muy difusa entre ambos ámbitos -el físico y el digital- y que en la obra se muestran completamente hibridados. 

SALA 3

INMA: En esta sala la obra ya no está invadiendo el espacio y está instalada en las paredes. Además, hay una referencia muy directa a cosas tomadas de la realidad, por ejemplo Black Mirror es una mímesis directa a la pantallas de todos los dispositivos apagados, o Mehr Licht! que ya hemos comentado que es un fragmento de una pantalla publicitaria, y Hold, que es una obra completamente inspirada en las estructuras metálicas que hay de camino de mi casa al estudio, en la huerta. Los agricultores se hacen estas estructuras en los invernaderos o para, en este caso, sostener los plásticos con los que tapan los cultivos para que no se mojen. Me parece muy interesante la memoria que tienen los plásticos en el exterior, a la intemperie, y cómo la luz del sol y los agentes dejan huellas en ellos del paso del tiempo. En cambio, en esta sala se está contaminando por la luz de la publicidad. A parte, esta obra es una evolución de Free Fall, que presenté en 2017 en el IVAM, donde hablaba de cómo la imagen digital está sin fundamentos de futuro y no sabemos en qué dirección va. En el caso de Hold, esta estructura simboliza los contenedores en los que estamos acumulando tantos archivos e información que no sabemos adónde va. Los plásticos son pruebas y descartes de mi estudio.

PAULA: Me ha recordado mucho la idea de Joan Fontcuberta de que la fotografía ha muerto, cuando decía «Si dedicásemos un solo segundo a mirar estas imágenes, necesitaríamos 50 años para ver las que se suben en un sólo día. Hacemos constantemente fotografías que nadie ve. Ni nosotros mismos. Nos ahogamos en las imágenes» y la portada de La furia de las imágenes en la que acumuló montañas y montañas de fotografías publicadas por usuarios de Facebook.

INMA: Sí, me encanta esa idea: lo único que hacemos es generar y generar imágenes pero en verdad no sabemos hacia dónde van, no pensamos que ocupan un lugar y una memoria, que estamos desgastando. En Transversal ya hablo un poco de eso, de que la imagen se está convirtiendo en abstracción porque queremos comunicar de una manera rápida y sin priorizar la calidad. En Hold, hablo de que todas esas mismas imágenes, archivos, información, está retenida en algún lugar. Estamos sosteniendo todo esto con unos alfileres muy finos, es un equilibrio muy delicado. Tenemos que pensar en sostenibilidad y contaminación.

PAULA: Contaminación a todos los niveles, desde la contaminación visual de las ciudades hasta el calentamiento provocado por los servidores de las grandes tecnológicas. En La nueva edad oscura, James Bridle explica que “La computación es, a la vez, víctima y cómplice del cambio climático. (…) A medida que la cultura digital se vuelve más rápida, requiere mayor ancho de banda y se basa más en imágenes, también se vuelve más costosa y destructiva.”. Bridle explica que cuantos más datos maneja la infraestructura digital, más calor se genera y más refrigeración se necesita, lo que produce un aumento global de las temperaturas. Y hablando de contaminación, cuál es la razón del uso de los plásticos en tu trabajo?

INMA: En mi trabajo siempre necesito materializar y muchas veces necesito que el soporte sea la mínima expresión: lo más fino y transparente posible. Que el cuerpo sea lo más mínimo posible para dar importancia a lo que yo quiero: imprimir el color-luz. Es un gran problema el uso de plásticos en nuestro mundo pero mi manera de utilizarlo es para que perdure. Tenemos que pensar en usos para el plástico en los que se pueda reutilizar o vaya a tener una larga vida. el problema no es que tengamos plásticos, lo que tenemos que hacer es que vuelva, que cuando termine su funcionalidad tenga otra vida. En este caso, al tratarse de obras de arte que van a ser conservadas, el material va a perdurar. 

PAULA: Este es un uso que sí se puede hacer del plástico (risas).  

Mientras salimos, le cuento a Inma que su exposición fue el primer plan que hicimos en familia en cuanto terminó la cuarentena y el centro volvió a abrir sus puertas. Después de tantas semanas recorriendo solo el espacio familiar de nuestro hogar, todavía nos impactó más atravesar Transversal, nos intimidó la fuerza del caucho en Liminal, nos cegó Mehr Licht!, nos cautivó lo magnético de Black Mirror y, siguiendo el recorrido, salimos de la oscuridad al oasis que es el jardín de Bombas Gens, con su acequia y todas las flores con que la primavera, sin que nos enterásemos, nos estaba esperando.   

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