Claudia Pastomás: “Unir la grieta”

Es una mañana de agosto y Claudia Pastomas (Valencia, 1998) me espera en el taller de ebanistería de su familia con Pruna, su perrita de aguas. La calle está silenciosa, desierta, y al entrar en esta nave antigua me siento en otro mundo: como una Alicia en el País de las maravillas descubriendo materiales, estancias, herramientas y piezas contemportáneas envueltas y listas para ser enviadas.

Claudia me descubre un altillo sofocante lleno de plantillas de ebanistería colgadas en todas las paredes; tras una puerta pequeña me sorprende una gran pila de muebles que construyó su padre e, incluso, en un pequeño patio, un árbol que plantó su abuelo. Venir a su nave y verla trabajar es una experiencia fantástica.

Esta entrevista que vas a leer se preparó despacio, con vacaciones de por medio, encuentros casuales, una sesión de fotos nada casual -pues fue producida con mucho mimo- y una conversación a distancia, más tarde.

 

Claudia Pastomás recoge el lenguaje, los materiales y las herramientas tradicionales de la ebanistería y explora nuevas maneras de trabajar con ellos combinando artesanía y métodos industriales contemporáneos. Todas sus piezas tienen mucho de escultórico y crean discursos con los espacios en los que se instalan, cuestionando los límites entre lo utilitario y lo artístico. 

Paula: Empecemos por lo más básico… ¿Dónde encuentras la inspiración para tus obras? ¿Y los materiales?

Claudia: La inspiración y los materiales que utilizo dependen del proyecto en el que esté trabajando y del momento personal o inclinación hacia ciertos intereses que atraviese, ya que al final, van evolucionando y mutando.

Paula: Supongo que vas experimentando y de ahí también surgen nuevos discursos e ideas.

Claudia: Sí. Suelo encontrar inspiración cuestionando mi entorno, observando los objetos que me rodean y haciendo una lectura casi arqueológica de ellos: explorando su origen, su estado actual y las múltiples capas de significación que los componen. Para ello, utilizo tanto materiales rescatados como nuevos, que me permitan trabajar con el proceso de experimentación, construir y llevarlos al límite.

Paula: Vienes de una familia de ebanistas y sigues trabajando en el taller de tu abuelo. ¿Cómo has recogido esta tradición para llevarla a un discurso contemporáneo?

Claudia: Creo que estoy siendo honesta con mi contexto, pero también cuestionándolo. Acojo materiales, formas y métodos tradicionales, y los reviso desde una mirada crítica. Al mismo tiempo, reconozco cómo han cambiado los tiempos y reactivo procesos que ahora parecen extraños, resignificándolos desde una perspectiva actual: intento tratar de dialogar con el pasado mientras soy consciente del presente.

Paula: Algunas de tus piezas recogen tus gestos y posiciones corporales, y su creación tiene un componente performativo. ¿Cómo es tu proceso de trabajo?

Claudia: Sí, especialmente las esculturas que se expusieron hace poco en la exposición “Miradas Abiertas” del CCCC (Centre del Carme Cultura Contemporània, en Valencia). Estas piezas son grandes curvas realizadas con tableros industriales y chapas de madera, que evocan diferentes alturas y huecos del taller, vinculándose con las posiciones corporales que adopto durante los procesos manuales. El proceso de trabajo es bastante performativo, ya que trato materiales que requieren una manipulación directa y un esfuerzo físico importante. Las piezas son tan grandes que manipularlas requiere integrarme físicamente en ellas: tensarlas, humedecerlas, moldearlas y trabajar con distintas capas de materiales para lograr la forma y la resistencia límite del material.

Paula: Tu serie "De lo latente" parece pictórica, pero al acercarme a las obras las veo más como bajorrelieves. ¿Qué conceptos exploras en esta serie?

Claudia: Sí, estas obras tienen un carácter pictórico, están creadas con ensamblajes de diferentes tableros industriales, chapas de madera natural tintadas, barnices y grafito entre otros materiales. Me interesa explorar la dualidad entre lo que aparentan ser y lo que realmente son. En estas piezas dejo visibles los materiales industriales internos, como una reflexión sobre las nuevas formas de producción del mobiliario: aunque a veces los muebles parecen hechos de maderas nobles como nogal o roble, en realidad están compuestos por materiales económicos y fácilmente reproducibles y posteriormente chapados. También, en el proceso voy jugando e integrando elementos ornamentales quemados o tallados, rescatando ciertos detalles del mobiliario clásico mientras exploro tensiones entre lo artesanal y lo industrial, lo ornamentado y lo minimalista.

Paula: Háblame de "Repols", tu última exposición.

Claudia: "Repols" es una exposición individual que presenté hace muy poco en la Fundación Chirivella Soriano y que estará hasta el 3 de Marzo. Ha sido comisariada por Laura Silvestre García y Lorena Rodríguez Mattalía, con un texto en el catálogo de Agus Bornhoffer.

Paula: En este caso has trabajado con piezas de gran formato, ¿verdad?

Claudia: Sí, su dimensión hace que el espectador pueda seguir el por la sala gracias a la disposición de las piezas de dos metros de alto por tres de ancho.

Paula: ¿Qué técnicas has utilizado en este caso?

Claudia: La exposición está compuesta por estas tres piezas escultóricas que dialogan con el espacio expositivo. En esta pongo el foco en técnicas como la marquetería para explorar la tensión entre el utilitarismo y el ornamento. Las obras dejan a vista el interior de estos procesos, acogiendo lo imperfecto y el error como parte esencial del proceso creativo. Se puede apreciar cómo se construye con la tireta, que es una cinta especial de la marquetería que se tiene que ir mojando con agua para poder pegar las finas chapas de madera que envuelven las estructuras de hierro. También se aprecian los golpes y agujeros creados por la herramienta 'repols y que van generando formas. Y ciertas marqueterías incrustadas y diferentes detalles completan la instalación.

Paula: Y además te han dado el Premi Senyera… ¡Enhorabuena! ¡Estás imparable!

Claudia: (Risas) Sí, actualmente también estoy participando en una exposición en el Museo de la Ciudad de Valencia por haber quedado finalista en el “Premi Senyera d’Arts Visuals 2024”, junto a otros grandes artistas de la ciudad. 
 
Paula: Y creo que pronto se inaugura tu próxima exposición, ¿verdad? He leído que en ella reflexionas sobre “la obsolescencia material y los significados que emergen de los vestigios de antiguos procesos artesanales”.

Claudia: Sí, el 14 de diciembre inauguro "Unir la grieta" en la galería Vangar, una exposición individual en la que llevo trabajando mucho tiempo. Es un proyecto que me ilusiona especialmente, y estoy deseando compartirlo.

***

“Con estos presupuestos ¿cómo se resuelve la lectura final de las obras? ¿A qué responden y por qué entablan entre sí estas conversaciones en apariencia diletantes, que no desembocan en finas líneas discursivas? En primer lugar, porque las líneas discursivas son los pliegues de los materiales y las marcas sobre sus superficies; el descasamiento y los encuentros felices entre contrarios. En segundo, porque lo que se espera escuchar de estas obras nada tiene que ver con lo que se espera ver del uso de sus materiales. La resolución, por lo tanto, se suspende o está en suspenso hasta que lo que se mire y lo que se escuche coincidan: una acción que solo completará quien detenga su tiempo frente a este espacio. 

Los pliegues del mundo podrán verse concentrados en un par de piezas curvadas, dispuestas en la sala como el rastro de un gesto repetido varias veces, que conversan con los dos vanos del espacio y sus arcos de medio punto situados al fondo. Formas que aspiran a completar los huecos; palabras que desearían explicar fielmente la imposibilidad de conseguirlo.”

Álvaro de los Ángeles

 
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